- 2 calabacines
- 2 quesitos
- Leche
- Sal
- Pimienta negra
- Semillas de sésamo
- Pan
Preparación:
Ponemos al fuego una cazuela con agua, cuando esté hirviendo introducimos los dos calabacines previamente lavados y troceados. Cuando estén suficientemente hechos (tienen que estar muy blanditos) retiramos los trozos del agua y los batimos junto a los quesitos, un poco de leche y sal. Ya en el plato adornamos con unas semillas de sésamo, unos trocitos de pan tostado y un poco de pimienta negra.
Es una manera deliciosa de comer calabacín, especialmente si no te gustan las verduras, pues los quesitos dan un sabor muy suave a esta crema. Ideal para la cena, bajo en calorías y rápido de hacer. ¡Espero que os guste!
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